Hola familia cocinillas!
Hoy vamos a preparar un plato sorprendentemente delicioso. Digo sorprendentemente porque no soy muy amiga de lo dulce y salado junto pero he de decir que está muy muy bueno y es muy fácil de hacer.
Ingredientes: 2 pechugas de pollo grandes deshuesadas, 1 limón, 3 huevos, 1 cucharada de harina, 3 cucharadas de miel, 1 cucharada de mostaza francesa, 2 cucharaditas de salsa de soja, sal, pimienta negra y aceite.
Vamos allá! Primero limpiamos las pechugas retirando la grasa y la piel y la cortamos a trozos grandes. Ponemos las pechugas en un bol, salpimentamos y le echamos el zumo del limón por encima y reservamos. Mientras batimos los huevos, añadimos la harina y batimos bien, luego lo añadimos al pollo que está macerando.
A parte mezclamos en un bol la miel, la mostaza y la soja hasta que quede una salsa homogénea y reservamos.
Cuando tengamos todo listo ponemos en la sartén unos 3 dedos de aceite y freímos a fuego medio la pechuga (con 10-15min. tendrá suficiente) hasta que quede bien doradita y que se haga bien por dentro y la iremos reservando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Cuando las tengamos todas fritas y aún estén calientes las untamos una a una con la salsa de miel y mostaza y salpimentamos un poco por encima y ya estará listo!!
Veis?? Fácil y rápido y el resultado es muy sorprendente. Nada que ver con la salsa comprada de miel y mostaza, ni punto de comparación, os lo digo yo que a mi la comprada no me gusta y esta está buenísima. Probadla y ya me contaréis. Sobretodo, este plato tomadlo calentito que es como mejor está (el pollo, no el plato, obviamente!). Si lo preparáis antes y no podéis comerlo justo antes de servir, como consejo os diría que lo calentéis poniéndolo al grill unos minutos, así os quedará crujiente y calentito.
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